En ruta hacia el Pantanal, más parece una lanzadera
Puesta de sol sobre el río Miranda
De nuevo al pedaleo, por suerte el Pantanal es una vasta llanura y no toca subir, porque con el asfixiante calor que hace sólo faltaba eso. Esta orografía y la catidad de lluvia que recibe entre diciembre-marzo hace que esté parcialmente inundada en época lluviosa y que perduren un montón de humedales ahora que no hay precipitaciones. Júntalo con calor todo el año y una extensa red fluvial y tienes la mayor reserva mundial de animales.
En cuanto a mamíferos destacan los grandes felinos como el jaguar y el puma, pero estos no se dejan ver con facilidad, hay un montón de monos, ciervos, capybaras ( un roedor gigante, nada que ver con las caipirinhas), osos hormigueros y un buen puñado más.
Capybara
Sudando la gota fría, los bichos están muy cerca...pero no me hacen ni caso!
Los locales me animaron a bañarme en el río, no es que faltaran ganas pero después de ver caimanes todo el día, sabiendo que hay piranhas y anacondas por ahí...pues uno casi prefiere el calor! Siempre detrás de ellos me dí el chapuzón, sin sacar el ojo de las aguas turbias, pero fresquitas!
Contrariamente a lo que yo esperaba, lo que más me fascinó fueron los pájaros. El surtido de tamaños, formas y colores es infinito, sus formas de volar, sus cantos, sus nidos atrapan la atención por largos ratos.
No parece gran cosa pero mide más de un metro!
Y en el lado negativo, como no, los insectos! moscas, tábanos, muchos mosquitos e infinitas hormigas, también de todos los tamaños y colores, hay una muy pequeña de cabeza roja y cuerpo oscuro que muerde como una perra! y se meten en todas partes, no importa que metas la comida en tres bolsas y la suspendas de una rama, a la vuelta estarán por ahí rondando!
30 segundos antes de echar la foto habían 3 enormes carroñeros dándose un festín...
Y el calor se hizo notar mucho en los días de bici, más que los sudores inagotables fastidia beber agua a 30ºc que evita deshidratarse pero no quita la sed, maldita sopa insípida!
Sigo sin entender la manía que tienen todos los bichos a los ciclistas, a la que me estoy acercando se piran todos, pájaros en las copas incluídos, mientras que a los que pasan en coche no les hacen ni caso, paran el carro, echan su foto tranquilamente y se van atronando. Si alguien tiene una explicación científica que me la diga, estoy indignado!
Y el amanecer, y yo, también sobre el Miranda.
Ya en el Pantanal Boliviano me dirijo hacia el Beni, zona selvático-amazónica de Bolivia donde voy a pasar un mes de voluntario, así que otro mes sin bici y otro mes sin internés!